28 décembre 2005

de mí haber prescindido

ojalá me muriera un segundo después de que me negaras un beso
ojalá me muriera un minuto después de que me apartaras la mano
ojalá me muriera para que me echaras de menos
ojalá me muriera y te dieras cuenta de cuánta falta te hago

ojalá me perdieras un día, muy pronto,
y te volvieras loco buscándome
ojalá me perdieras un día,
y te arrepintieses sin remedio

de todas las cosas que no me has dicho
de todas las veces que no te ha costado
esfuerzo alguno
hacerme esperar por otros asuntos
y de mí haber prescindido

16 décembre 2005

cómprame un sofá

cuando escucho un silencio en casa
espero que seas tú muerto
que te hayas suicidado sin venir a cuento
y me quedo quieta a ver qué pasa

pero de nuevo oigo tus pasos
y siento algo como el alivio
al saber que aún sigues vivo
y me sorprendo a mí misma suspirando

me gusta mirar tus libretas
porque a veces encuentro secretos
pues no eres perfecto
y yo sigo buscando hasta que llegas

por favor
abre las ventanas
radiador
tira lo que sobra
y no dejes nada

hoy hemos hecho macarrones
y tú te encargas de la salsa
a mí me gusta más salada
pero ni yo pregunto, ni tú respondes

esta noche toca serie y truco
y sentarnos en nuestras hamacas
a fumar un cigarro y a jodernos la espalda
y se te olvida que yo ya no fumo

por favor
abre las ventanas
radiador
tira lo que sobra
y no dejes nada
cómprame un sofá...

14 décembre 2005

gustavo

todas las hojas se han caído esta tarde
sin que hiciera falta ni un soplo de viento
todas las hojas se han caído esta tarde
¿quieres recogerlas? yo, ni lo intento

todas las ramas se han quedado desnudas
o quizás tú prefieras otro tiempo verbal
todas las ramas se quedaron desnudas
en realidad, no queda del todo mal

todas las plantas se pudren a mi vera
perece conmigo la primavera
todas las frutas se pudren a mi paso
¿qué las pone rancias? ¿qué les ha pasado?


todos los árboles se secan por dentro y
sí, últimamente he leído a bécquer
no volverán las oscuras ni su madre
tú podrías hacer como ellas; vete

toda la ropa se cae de los tendederos
me quedo esperando, sólo puedo mirar
todas las persianas se arrastran por el suelo
¿ves lo que ocurre cuando intento rimar?

13 décembre 2005

FCC

es el momento idóneo,
es magnífico, es perfecto,
llamarte de madrugada,
decir qué fue de lo nuestro

los besos, la ropa y el césped,
un sol muy acalorado
unido al poema de pushkin
que otro me había dedicado

y después, un tenue verano
de sábanas rosas a juego
que el aire acondicionado
acartonó sin remedio

volvimos al lugar de origen
tú no sé muy bien a dónde
pero yo en busca de pushkin
al césped donde se esconde

12 décembre 2005

sexo, desdén y poesía

Ya hace ocho meses desde la cita. La cita del hotel. La cita del polvo. Polvo que ya dura ocho meses. Polvo que no he sabido detener. Polvo inacabado. Un teléfono mal colgado. No saber decir no, aferrarme a una ilusión, la falta de experiencia... No sé bien cuál fue mi error. Se me escurre de las manos, se me escapa, se escapó. Y ahora ya no puedo hacer nada más que seguir, asumir, sin pensarlo decidí, y el polvo quedó lejos, algo me arrastraba, no dejándome mirar atrás, sin poder parar, sin poder paralo. A tiempo. Puertas que ya no se abrirán, caminos que ya no tomaré. ¿Tan grave es? No lo sé. Hago un alto, tengo sed. Siento angustia. ¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho? ¡No fui yo, fue el azar! Fue el no saber decir no, el no saber parar. A tiempo. ¿Cuánto más durará ese polvo inconcluso? ¿Cuánto más el forcejeo? Esa pieza no va aquí, pertenece a otro puzzle. La otra, tampoco. Ambas se han extraviado. A lo mejor aún pueden deshacer deshacer deshacer deshacer deshacer... Hasta llegar al punto de partida. La cita sin fin, la cita perdida, la cita maldita. Mi mente maldita, mi mente insana, que no sabe decir no, que no tiene experiencia. Si de vez en cuando pensara, si me hubiera detenido a considerar, si supiera cerrar. De nada me sirve aprender de un error si no puedo poner en práctica lo aprendido. Venid ahora, citas, venid a mí. Tengo el poder. Tengo la experiencia. Algo se rompe, sin embargo, y por eso necesito escribir estas reflexiones el día en que se cumplen ocho meses desde la elección. Algo se rasga en mi interior. Pudiera ser la niña. Se resiste con todas sus fuerzas a permanecer oculta, sombra sumisa, bajo otra figura que no estoy segura de ser yo misma. Ocho meses de una fragilidad de cristal, y todo pende de un hilo. Andas sobre la cuerda floja. Dentro de este circo.