25 novembre 2007

las mamadas perdidas

lástima de ganas y de empeño que puse cada vez que te la chupé

lástima de pasión desbordante desbordada en el asiento trasero de tu ibiza tdi

lástima de ilusión. lástima de entrega

lástima de semen que tragué con dedicación y frenesí

y lástima de burdas excusas que hice tragar a mi madre para poder follar contigo

lástima de fatídico episodio en el probador del bershka

lástima de hembra. lástima de esmegma


lástima de mamadas perdidas

2 janvier 2007

23 agosto

dos chicas se lavan los dientes
frente al espejo del albergue
afuera me esperan
las cuatro de la tarde
y las calles vacías de salamanca

la cuesta de piedra, el calor
y algo sobre una avería
los niños se giran
para vernos mejor
por las calles vacías de salamanca

no se debe fumar, ¿por qué? no sé
busquemos un lugar
desde una cabina
son las siete de la tarde
las calles siguen vacías

se han hecho, lenta y extrañamente,
las cinco de la mañana
y cojo un taxi, por primera vez,
en las calles frías de salamanca

24 mai 2006

de los muertos no decís nada más que tonterías

yo quiero morirme cuando a mí me dé la gana
y no quiero que nadie hable de mí
y no quiero que nadie haga un resumen de mi vida
ni que sintetice mis rasgos
ni que simplifique mi carácter
ni que se crea capaz de decir quién fui

yo quiero morirme como a mí me dé la gana
y quiero que nadie se acuerde de mí
que no sientan vacío, pena, alivio o alegría
no quiero flores de mentira
tampoco flores de verdad
tal como llegué quiero marcharme de aquí

yo quiero morirme cuando a mí me dé la gana
y que a nadie le quede nada de mí
que de los muertos no decís nada más que tonterías
yo sólo quiero ser ceniza
que, con el tiempo, se volatiliza
despedirme de todos y echarme a reír

y que no quiero que nadie haga un resumen de mi vida
que no sientan vacío, pena, alivio o alegría
que de los muertos no decís nada más que tonterías

7 mars 2006

su mp3

la tierra. europa. francia. rennes.
en un piso de cincuenta metros cuadrados, una chica se lava los dientes. se mira al espejo. se enjuaga la boca. en el comedor, el chico cancela un encuentro por teléfono. su francés es patético, insoportable, risible, desesperante, opina ella, quien evita prestarle demasida atención.

horas antes, el chico había ido al banco. y también les engaña. les hace creer que el alquiler no está pagado por su culpa.

la chica hace algo mal, no importa el qué, y se echa en la cama a llorar. "es estúpido", se dice. "cuando se equivoca, se afeita, recoge cosas o dice que se va a buscar trabajo".

días antes, había empezado a hacer la maleta, airada, había metido las prendas que menos usaba, furiosa, prácticamente había vaciado un armario, dolida, y, agotada, la había dejado a medio hacer. ahora sigue junto a la cama, mal colocada y obturando el paso, como un firme testigo de su propósito de marcharse.

el chico va detrás de ella, se acuesta con ella, discute con ella, que no quiere oírle. al otro lado de la habitación, una araña se detiene un momento, y luego sigue correteando. la chica consigue quedarse sola, poco a poco se sosiega, su respiración se calma, se sume en un sueño dulce y leve.

en el comedor, él recoge cosas, se oye trasiego de platos, de vasos, de cajas vacías, de cajas de plástico.

tres individuos se cuelan en casa. el dormitorio es la habitación más cercana.

la cogen, la amarran y la amordazan. en su cuello, una navaja. el chico se acerca al oír jaleo. y la ve. y los ve.
- on a la fille, salop! donne-nous tous ce que t'as, con! vite!
- pajdong?
la chica cae muerta al suelo.

horas antes, él le había prestado, quizá regalado, su mp3.

28 décembre 2005

de mí haber prescindido

ojalá me muriera un segundo después de que me negaras un beso
ojalá me muriera un minuto después de que me apartaras la mano
ojalá me muriera para que me echaras de menos
ojalá me muriera y te dieras cuenta de cuánta falta te hago

ojalá me perdieras un día, muy pronto,
y te volvieras loco buscándome
ojalá me perdieras un día,
y te arrepintieses sin remedio

de todas las cosas que no me has dicho
de todas las veces que no te ha costado
esfuerzo alguno
hacerme esperar por otros asuntos
y de mí haber prescindido

16 décembre 2005

cómprame un sofá

cuando escucho un silencio en casa
espero que seas tú muerto
que te hayas suicidado sin venir a cuento
y me quedo quieta a ver qué pasa

pero de nuevo oigo tus pasos
y siento algo como el alivio
al saber que aún sigues vivo
y me sorprendo a mí misma suspirando

me gusta mirar tus libretas
porque a veces encuentro secretos
pues no eres perfecto
y yo sigo buscando hasta que llegas

por favor
abre las ventanas
radiador
tira lo que sobra
y no dejes nada

hoy hemos hecho macarrones
y tú te encargas de la salsa
a mí me gusta más salada
pero ni yo pregunto, ni tú respondes

esta noche toca serie y truco
y sentarnos en nuestras hamacas
a fumar un cigarro y a jodernos la espalda
y se te olvida que yo ya no fumo

por favor
abre las ventanas
radiador
tira lo que sobra
y no dejes nada
cómprame un sofá...

14 décembre 2005

gustavo

todas las hojas se han caído esta tarde
sin que hiciera falta ni un soplo de viento
todas las hojas se han caído esta tarde
¿quieres recogerlas? yo, ni lo intento

todas las ramas se han quedado desnudas
o quizás tú prefieras otro tiempo verbal
todas las ramas se quedaron desnudas
en realidad, no queda del todo mal

todas las plantas se pudren a mi vera
perece conmigo la primavera
todas las frutas se pudren a mi paso
¿qué las pone rancias? ¿qué les ha pasado?


todos los árboles se secan por dentro y
sí, últimamente he leído a bécquer
no volverán las oscuras ni su madre
tú podrías hacer como ellas; vete

toda la ropa se cae de los tendederos
me quedo esperando, sólo puedo mirar
todas las persianas se arrastran por el suelo
¿ves lo que ocurre cuando intento rimar?

13 décembre 2005

FCC

es el momento idóneo,
es magnífico, es perfecto,
llamarte de madrugada,
decir qué fue de lo nuestro

los besos, la ropa y el césped,
un sol muy acalorado
unido al poema de pushkin
que otro me había dedicado

y después, un tenue verano
de sábanas rosas a juego
que el aire acondicionado
acartonó sin remedio

volvimos al lugar de origen
tú no sé muy bien a dónde
pero yo en busca de pushkin
al césped donde se esconde

12 décembre 2005

sexo, desdén y poesía

Ya hace ocho meses desde la cita. La cita del hotel. La cita del polvo. Polvo que ya dura ocho meses. Polvo que no he sabido detener. Polvo inacabado. Un teléfono mal colgado. No saber decir no, aferrarme a una ilusión, la falta de experiencia... No sé bien cuál fue mi error. Se me escurre de las manos, se me escapa, se escapó. Y ahora ya no puedo hacer nada más que seguir, asumir, sin pensarlo decidí, y el polvo quedó lejos, algo me arrastraba, no dejándome mirar atrás, sin poder parar, sin poder paralo. A tiempo. Puertas que ya no se abrirán, caminos que ya no tomaré. ¿Tan grave es? No lo sé. Hago un alto, tengo sed. Siento angustia. ¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho? ¡No fui yo, fue el azar! Fue el no saber decir no, el no saber parar. A tiempo. ¿Cuánto más durará ese polvo inconcluso? ¿Cuánto más el forcejeo? Esa pieza no va aquí, pertenece a otro puzzle. La otra, tampoco. Ambas se han extraviado. A lo mejor aún pueden deshacer deshacer deshacer deshacer deshacer... Hasta llegar al punto de partida. La cita sin fin, la cita perdida, la cita maldita. Mi mente maldita, mi mente insana, que no sabe decir no, que no tiene experiencia. Si de vez en cuando pensara, si me hubiera detenido a considerar, si supiera cerrar. De nada me sirve aprender de un error si no puedo poner en práctica lo aprendido. Venid ahora, citas, venid a mí. Tengo el poder. Tengo la experiencia. Algo se rompe, sin embargo, y por eso necesito escribir estas reflexiones el día en que se cumplen ocho meses desde la elección. Algo se rasga en mi interior. Pudiera ser la niña. Se resiste con todas sus fuerzas a permanecer oculta, sombra sumisa, bajo otra figura que no estoy segura de ser yo misma. Ocho meses de una fragilidad de cristal, y todo pende de un hilo. Andas sobre la cuerda floja. Dentro de este circo.